sábado, 18 de abril de 2009

El milagro de la existencia




El milagro de la existencia

Puedo razonar que soy tal como soy gracias a ti supremo ser de vida, superado a golpe de mucho pensar.
Que gracias a tu interrogación, a tus principios, a tus tempranas horas, manifiesto que soy así: un ser civilizado a golpes de mitos. A golpes de historias y a cuentos y leyendas. Te doy las gracias, querido hermano, por dejarme volar junto a ti en este día abierto al sol y decirte lo mucho que te añoro en mi memoria genética. Te doy las gracias también por reflejarme en la sangre con otros como tú, y por esa diversidad del mundo animal; más bien diezmado hoy por tanta civilización, fruto, de tu indómita pasión por la vida. Te agradezco las muchas lecciones alrededor del fuego, instruyéndome en tantos actos de heroicas batallas y por tus fuerzas titánicas de llegar hasta aquí.
Puedo comprenderte en el primer milagro que inventaste, y amarte y adorarte…ahora si que te comprendo, porque eso fue, pequeño mortal lo que hiciste como salvador de la especie.
Puedo pensar y quiero hacerlo, dándote las gracias por tantos detalles que tuviste para que creciera junto a ti. Por enseñarme a hablar, y darme tus mensajes y tus palabras tan llenas de sentidos. Por ampararme en tu sombra, cobijarme en tus brazos y dejarme derecho los caminos.
Contigo supe deleitarme en el arte del paladar y supe alimentarme de carnes y pescados, fue esa entrega absoluta, y tus cosechas, heredadas de tus antepasados que han llegado hasta mí con sabrosos tubérculos, leguminosas y variedad de frutas… también te agradezco el haberme enseñado la elaboración de buenos caldos que alivian nuestras gargantas. Sobre todo te doy las gracias también, por dejarme la música, la danza, el teatro surgido como experiencia de vuestras ansias de inmortalidad. No puedo olvidarme de vuestra gran paciencia por seleccionar las miles de plantas tan buenas para nuestra salud. Puedo razonar y entenderte, rodeado de musas, coronada tu testa, a la medida, de tu gracia creadora… Filosofando, magistralmente, ejecutando leyes, que aún perduran en derecho, para un marco social más justo. Como mítico sabio que escribe y describe mi existencia. Que tú fuiste mi creador, pequeño ser, y que gracias a ti, a pesar de todos tus defectos, supiste superarte y controlar tu ira y luchar como hicieron y hacen los héroes contra los elementos. Que fuiste viajero, en el espacio y tiempo y dejaste un calendario inimitable; sabiendo, en que fecha se han de recoger los frutos y dejaste raíces para dar y vender. Por todo este inventario y por tanta trascendencia humana, te doy, efusivamente las gracias. A menudo, transitando en las inquietudes, en lo estrictamente personal y renunciando a toda tentación del más allá; si alguna vez… si tuviera la suerte de vivir, de renacer de nuevo a esta realidad, te diría, gracias hermano, con lo vivido en esta creación ya es suficiente. Satisfecha quedo a la merced de nuestra gran Madre Tierra.
Que las fuerzas te acompañen, en los muchos avatares y que la providencia suprema de la suerte sea contigo y un fuerte abrazo, hermano te doy, por toda esta heredad origen de la especie, milagro de la existencia que me dejaste.

Araceli. S.C. 2004

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